Documentación Básica
Razones médicas aceptables para el uso de sucedáneos de la leche materna
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Referencia para citar este artículo:
Organización Mundial de la Salud (OMS, 2009) . Razones médicas aceptables para el uso de sucedáneos de la leche materna. Rev Pediatr Aten Primaria. 2010;12:717-22.
Publicado en Internet: 12/11/2010
Nota:
Extracto autorizado del original “Razones médicas aceptables para el uso de sucedáneos de la leche materna”, Organización Mundial de la Salud, 2009. El documento original completo puede obtenerse en http://whqlibdoc.who.int/hq/2009/who_fch_cah_09.01_spa.pdf y en http://www.who.int/nutrition/publications/infantfeeding/WHO_NMH_NHD_09.01_spa.pdf.
bLa opción más apropiada de alimentación para el hijo de una madre infectada con el VIH depende de las circunstancias individuales de ella y de su bebé, incluido su estado de salud, pero se deben tener en cuenta los servicios de salud disponibles y los apoyos que pueda recibir. Se recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, a menos que la alimentación de sustitución sea AFASS. Cuando la alimentación de sustitución es AFASS, se debe evitar todo tipo de lactancia materna. La madre infectada con el VIH debe evitar la lactancia mixta (es decir lactancia además de otros alimentos, líquidos o fórmula) durante los primeros seis meses de vida.
cLas madres que eligen no suspender el uso de estas sustancias, o no pueden hacerlo, deberían buscar consejo individual sobre los riesgos y beneficios de la lactancia en función de sus circunstancias individuales. Para las madres que utilizan estas sustancias durante periodos cortos, se debe considerar la suspensión temporal de la lactancia materna durante el tiempo que usen dichas sustancias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo Internacional de las Naciones Unidas para Emergencias de la Infancia (UNICEF) desarrollaron una lista de razones médicas aceptables para el uso de sucedáneos de la leche materna, originalmente como anexo al paquete de herramientas para la Iniciativa Hospital Amigo del Niño (IHAN) en 1992.
La OMS y UNICEF acordaron actualizar la lista de dichas razones médicas por considerar que desde 1992 empezó a disponerse de nuevas pruebas científicas y que, además, se estaba actualizando el paquete de la IHAN. El proceso estuvo bajo el liderazgo de los departamentos de Salud y Desarrollo del Niño y del Adolescente (CAH) y de Nutrición para la Salud y el Desarrollo (NHD). En 2005 se compartió el borrador de una lista actualizada con los revisores de los materiales de la IHAN. En septiembre de 2007 la OMS invitó a un grupo de expertos de una variedad de campos y de todas las regiones de la OMS a participar en una red virtual de revisión de la lista. El borrador de la lista fue compartido con todos los expertos que aceptaron participar. Se prepararon varios borradores a partir de tres procesos relacionados: a) varias rondas de comentarios de los expertos; b) una compilación de revisiones técnicas y guías de orientación actualizadas de la OMS (véase la lista de referencias), y c) comentarios de otros departamentos de la OMS (Reducción de los Riesgos del Embarazo, Salud Mental, Medicamentos Esenciales), en general y en temas específicos o a raíz de preguntas especificas de los expertos.
La OMS no disponía de revisiones técnicas o guías orientadoras en algunos temas. En estos casos, se identificaron pruebas científicas consultando con los departamentos correspondientes de la OMS o con expertos externos en el área específica. Se utilizaron en particular las siguientes fuentes de pruebas científicas:
La lista de razones médicas aceptables para uso temporal o a largo plazo de sucedáneos de la leche materna está disponible tanto como una herramienta independiente para los profesionales de la salud que trabajan con madres y recién nacidos, como parte del paquete de la IHAN. Se espera actualizar esta lista hacia 2012.
Esta lista fue desarrollada por los departamentos de Salud y Desarrollo del Niño y del Adolescente y de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS, en colaboración estrecha con UNICEF y los departamentos de Reducción de los Riesgos del Embarazo, de Medicamentos Esenciales y de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS. Contribuyeron a la elaboración de la lista actualizada los siguientes expertos: Philip Anderson, Colin Binns, Riccardo Davanzo, Carol Kolar, Ruth Lawrence, Lida Lhotska, Audrey Naylor, Jairo Osorno, Marina Rea, Felicity Savage, María Asunción Silvestre, Tereza Toma, Fernando Vallone, Nancy Wight, Anthony Williams y Elizabeta Zisovska. Todos ellos completaron la declaración de interés y ninguno identificó conflicto de interés.
Casi todas las madres pueden amamantar con éxito, lo que significa iniciar la lactancia materna durante la primera hora de vida, dar lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, y continuar con la lactancia (además de alimentación complementaria apropiada) hasta los dos años de edad o más. La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida es particularmente beneficiosa para madres y lactantes.
Los efectos positivos de la lactancia materna en la salud de los niños y las madres han sido observados en todo lugar. La lactancia materna reduce el riesgo de infecciones tales como diarrea, neumonía, otitis, Haemophilus influenzae, meningitis e infección urinaria1. Protege también contra enfermedades crónicas futuras tales como diabetes mellitus tipo I, colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. La lactancia materna durante la infancia se asocia con una presión arterial media y un colesterol sérico total menores, y con menor prevalencia de diabetes mellitus tipo 2, sobrepeso y obesidad durante la adolescencia y la edad adulta2. La lactancia materna retrasa el retorno de la fertilidad de la mujer y reduce el riesgo de hemorragia postparto, cáncer de mama premenopáusico y cáncer de ovario3.
Sin embargo, un número pequeño de estados de salud del recién nacido y de la madre podría justificar que se recomendara no amamantar de manera temporal o permanente4. Estos casos, que afectan a muy pocas madres y sus bebés, se mencionan a continuación junto con otras enfermedades maternas que, aunque serias, no son razones médicas para el uso de sucedáneos de la leche materna.
Cuando se considere la interrupción de la lactancia, habrá que sopesar los riesgos de cualquiera de las enfermedades enumeradas a continuación en función de los beneficios que reportaría la lactancia materna.
Las madres afectadas por alguna de las enfermedades mencionadas más abajo deberían recibir tratamiento según las recomendaciones habituales.
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